Noticias: Arturo Perez Reverte | El francotirador paciente

Noticias » Enviado por el 8 octubre, 2013

Noticias: Arturo Perez Reverte | El francotirador paciente

“El graffiti es un ajuste de cuentas. Hay un rencor social en todas esas actuaciones”. Quien afirma esto es un reconocido escritor, pero no de graffiti. Arturo Pérez Reverte, uno de los autores españoles más leídos en todo el mundo y miembro de la RAE, se adentrará en el mundo del writing en su próxima novela, El francotirador paciente, que publicará la editorial Alfaguara el próximo 27 de noviembre.

Cuando todavía resuenan los ecos de ‘El tango de la Guardia Vieja’, su anterior libro, publicado hace menos de un año, el escritor ha puesto ya punto final a su nueva novela, que también le sirve para pronunciarse «sobre la gran falacia, la gran mentira del arte actual», aunque hay artistas a los que respeta «mucho», aclara. Pérez-Reverte es uno de los novelistas españoles de mayor éxito internacional, y su obras ha sido traducida a 41 idiomas.

«Eran lobos nocturnos, cazadores clandestinos de muros y superficies, bombarderos sin piedad que se movían en el espacio urbano, cautos, sobre las suelas silenciosas de sus deportivas…». Con esas palabras comienza ‘El francotirador paciente‘, una novela que Pérez-Reverte (Cartagena, 1951) ha escrito en menos tiempo que otras. Desde que publicó ‘El pintor de batallas’, el autor tenía en la cabeza el tema del arte urbano y del grafiti, asegura, que conoce bien «por razones personales».

También acortó tiempos que el autor hubiera visitado con frecuencia las ciudades donde sitúa la acción: Lisboa, Verona y Nápoles, además de Madrid. «Si es legal, no es grafiti». Esa frase martillea a lo largo de la nueva novela y refleja, en opinión del escritor, hasta qué punto es inútil el intento de las autoridades por domesticar el fenómeno. «Nunca van a poder hacerlo, porque siempre habrá disidentes, grupos marginales que se negarán a aceptar ese juego». Lo resume muy bien otra frase del libro: «Las ratas no bailan claqué».

Dejar su huella, su firma en paredes, fachadas, vagones de metro o de tren es «muy importante» para los grafiteros, «chicos sin vida, sin futuro, sin presente, que no son nadie y que están condenados a extinguirse en una barriada. Su obsesión es que los conozcan, poner su nombre. ‘Escribo, luego existo’, me decía uno de ellos, y no como un guiño a Descartes. La frase se le había ocurrido a él», comenta Pérez-Reverte.»Cuando escribo, soy; cuando pongo mi nombre soy alguien y la gente dice: ‘Mira, aquí ha estado fulanito’. Saben que he pasado por la vida, que soy algo», reconocía al autor uno de los grafiteros. «Ser algo es muy importante para ellos», apostilla el escritor.

Para su nueva novela, el autor de ‘La reina del sur’ se ha «movido» entre grafiteros de España, Portugal e Italia. «Los españoles tienen un nivel absolutamente internacional, y son muy conocidos y respetados fuera», asegura. «He encontrado a gente muy íntegra en el mundo del grafiti, aunque hay otros dispuestos a venderse por lo que sea», añade Pérez-Reverte, que parece satisfecho de su nuevo libro: «Es una novela con un factor joven, moderno, agresivo, movido; está llena de música. La banda musical es espectacular», subraya.

Tras los pasos de Sniper

La novela está protagonizada por Alejandra Varela, especialista en arte urbano, a la que un editor le encarga que localice a Sniper, un grafitero famoso del que casi nadie ha visto jamás el rostro ni conoce el paradero. «Pinto para que sepan cómo no me llamo», era una de sus frases preferidas. Sniper, «una mezcla de Banksy y Salman Rushdie«, dice el autor, es admirado por los grafiteros de medio mundo y muchos de ellos secundan las acciones callejeras que promueve, que a veces son «graves, destructivas, peligrosas». La protagonista viajará de Madrid a Lisboa, y luego a Verona y a Nápoles para tratar de localizar a Sniper y averiguar cuál es el objetivo al que apunta la mira mortal del cazador solitario.

Su nuevo libro «no está lejos» de esas otras historias suyas que han conquistado a millones de lectores en el mundo, aunque en esta ocasión ha llevado a sus personajes a «un territorio ultramoderno», señala. «En mis novelas siempre hay una épica, aventura, unas acciones, unos héroes. Y el mundo del grafiti callejero, aunque es marginal, aunque es vandálico y a veces linda con el terrorismo urbano, tiene una épica negra, retorcida, singular, pero muy interesante», afirma.

El grafitero «no es una persona que pinta por pintar. Lo hace por ganarse una reputación en un mundo de reglas y códigos muy estrictos y muy conocidos, que además se arriesga. Hay héroes y villanos, delatores y cobardes en ese mundo, mucho más complejo de lo que parece a simple vista», indica Pérez-Reverte. No hay un perfil definido para los grafiteros. «Son muy diferentes, pero a todos les une la calle. Hay artistas muy buenos de verdad; otros son pésimos. Algunos en el futuro quieren ser algo, otros no quieren ser nada».

«Me decía uno: ‘Yo es que no quiero exponer. En un museo compites con Picasso, y en la calle compites con el cubo de la basura y con la guardia que te persigue. Pero en la calle eres libre'», recuerda el escritor, que, al preparar esta novela, ha participado en algunas acciones de arte callejero y ha sentido «la tensión» y el peligro propios de esas actuaciones. Casi como en sus años de reportero de guerra.

Fuente: elmundo.es